En las bulliciosas calles y los grandes foros de la antigua Roma, la ciudadanía no era sólo un estatus: era un billete de oro para un conjunto de privilegios y protecciones legales. Pablo y Silas se encontraron en una situación difícil. Los habían golpeado y encarcelado sin una condena formal, un gran no-no para los ciudadanos romanos. En Hechos 16:37-39, Pablo dijo: "Nos azotaron públicamente, sin ser condenados, ciudadanos romanos, y nos echaron en la cárcel; ¿y ahora nos echan en secreto? ¡No! Que vengan ellos mismos y se lleven nosotros fuera."
Para comprender el error cometido por los funcionarios romanos, debemos entender lo que significaba ser ciudadano romano en los primeros siglos d.C. La ciudadanía romana no era algo que todos pudieran tener. Era un estatus especial que generalmente se otorgaba a las personas que nacían libres, no a los esclavos, y venía acompañado de una lista de importantes derechos legales. Estos derechos incluían poder tener un juicio justo si se le acusaba de hacer algo malo, la opción de que el emperador escuchara su caso y protección contra los castigos más severos que se aplicaban a los no ciudadanos.
Pablo era hebreo de herencia (un israelita de la tribu de Benjamín), pero había nacido en Tarso, una ciudad que formaba parte del vasto Imperio Romano. Haber nacido allí automáticamente convirtió a Pablo en ciudadano romano, un privilegio que resultaría muy importante. Cuando los magistrados locales se dieron cuenta de que habían castigado a Pablo y a su compañero Silas sin considerar sus derechos como ciudadanos, se preocuparon. Habían violado las leyes que se suponía debían respetar. Rápidamente acudieron a Pablo y Silas para disculparse, con la esperanza de corregir su error.
Para Pablo y Silas, su condición de ciudadanos actuó como un escudo, protegiéndolos de un trato injusto y, finalmente, llevándolos a su libertad. Si no hubieran sido ciudadanos, su destino podría haber sido muy diferente, enfatizando el poder y la protección que brinda el derecho romano.
Lea Hechos 16:16-40. ¿Puedes responder las siguientes preguntas?
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¿Qué derechos especiales tenían Pablo y Silas como ciudadanos romanos que los ayudaron a salir de la cárcel?
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¿Por qué se consideraba a Pablo un ciudadano romano y cómo le ayudó esto cuando estaba en problemas?
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¿Qué nos dice la historia de Pablo y Silas sobre la importancia de ser ciudadano en los viejos tiempos en Roma?
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